Resulta que con Olga, el viento que soplo de oeste a este, al verres de los cristianos, en nuestro condo cayo un roble nativo.
Se llamo a Rene, nuestro heroe para levantarlo. Como de costumbre, amarro a la victima con soga de nylon de un cuarto de pulgada de grosor, como en la vez anterior con otro susodicho, creando estrangulacion.
Para variar y facilitar la tarea reduciendo el peso del la copa, procedio a mutilar con algun machete o motosierra las ramas apicales o sea las que en esencia determinan la forma y altura final del arbol, sea cual sea.
Al ver la mutilacion de nuestro roble, llevada a cabo por nuestro heroe, que hizo el corte a dos pies del nudo, destruyendo de paso la corteza desgarrada, procedi a cortar con el serrucho para estas ocasiones, en el angulo indicado las tres ramas mutiladas.
Ahora el paciente podra cicatrizar rapidamente, evitando la entrada de hongo, virus y bacteria. Alabalo que vive.
viernes, 14 de diciembre de 2007
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